La Real Academia de la Lengua define la codicia como afán excesivo de riqueza, y la iglesia la incluye como uno de los siete pecados capitales. La codicia tiene efectos destructivos, sus efectos van desde “un poco de envidia” hasta el crimen y las pasiones más bajas. Estas personas no disfrutan, ni son felices con lo que tienen, viven siempre inquietas, con ansias de conseguir nuevas posesiones que una vez conseguidas tampoco calman esos deseos de apropiación inmoderada de bienes, sino que el deseo desordenado que nace de una pasión sin freno por la riqueza, siguen produciendo un desasosiego y malestar continuos que les impide vivir en paz. Por culpa de la codicia se puede caer muy bajo, por ejemplo un cargo público termina aceptando sobornos, años atrás tuvimos muchos casos de estos en infinidad de municipios por toda la geogr...